lunes, 20 de agosto de 2012

Entrevista a Amy Lee, Blender, 2006


BLENDER;  OCTUBRE 2006 “Amy Lee, Back In Black”
Amy Lee, la cantante de Evanescence, ha sobrevivido al colapso de su banda, a una traumática separación y a un manager (supuestamente)  diabólico. “Solo estoy contenta cuando llueve” le dice a Blender.
Hace dos días, Amy Lee estaba muriendo en un cementerio.
“Estaba grabado para el nuevo vídeo de Johnny Cash”, explica. “El concepto es todos esos famosos –Justin Timberlake, Tony Hawk, P. Diddy – vestidos de negro como Johnny Cash.  Sabes,  expresando el dolor del mundo. Me dijeron que podía hacer lo que quisiera, así que dije:  ¿Por qué no ir a un cementerio y dejar algunas flores en el suelo?  Lo grabamos en la Iglesia de la Trinidad”, dice, refiriéndose a la empinada neo-gótica catedral de tres bloques de Ground  Zero, en el sur de Manhattan. “Era muy espeluznante”, que viniendo de ella, es bastante elogiante.
Lee, de 24 años, es la cantante de Evanescence, la banda más popular de rock gótico en el mundo. Sentada en un parque en un día soleado de Julio, no obstante, ella no puede parecer nada menos que una princesa de la oscuridad. Lleva sombras rosas, un top de rayas blancas y violetas, una larga y suelta falda y chancletas, y sus negros mechones de pelo se han echado atrás en una coleta alta, desvelando una pálida y preciosa cara. Está mordisqueando un sándwich de carne y queso – solo la mitad, “porque voy a guardar la segunda parte para la cena”,  dice.
“De todas formas” dice sobre la grabación del vídeo, “de verdad que quería llevar el abrigo que acabo de comprar – un abrigo largo y negro, muy espectacular. Pero el día fue uno de esos días del año muy calurosos.  Así que caminé con el abrigo abrochado todo el camino, la coleta moviéndose tras de mí, simplemente muy, muy caluroso. Pero tenía que llevarla – pertenecía a Tim Burton”
Levanta la vista apartándola de su sandwich y deja salir una irónica risa: “Dios. Soy muy gótica”
Durante los tres últimos años, la vida de Lee ha sido muy parecida a una novela de Lemony Snicket – un desafortunado suceso tras otro. Primero rompió con su novio. Después su banda implosionó. Despúes vinieron acosadores y terapia; después otra ruptura;  el abandono de un compañero de grupo; un acoso sexual denunciado con 7 juicios; otro abandono de otro compañero de grupo…
“Han sido un par de años con muchos sucesos”, dice desmigajando su sandwich y tirándole las migas a algunas palomas.
De vuelta al 2003, Evanescence ha tenido el éxito más insólito en la historia de la música.  Cinco chicos desgreñados del pueblo de Little Rock, en Arkansas – un pueblo cuya mayor exportación al mundo musical fue un expresidente saxofonista – que fueron despedidos como “máquina de dinero” o directamente ignorados. Pero después su “Bring Me To Life”, una monstruosa combinación de fuertes riffs de guitarra con las suaves, líricas voces de Amy Lee, lanzadas en el soundtrack de Daredevil, y más rápido de lo que puedes decir “Bennifer II” ellos escalaron volando los tops musicales. Lee se convirtió en un icono para legiones de niñas de 14 años con posters de Emily the Strange en sus parees y pintalabios negros, y el debut de Evanescence, Fallen, vendió 6.5 millones de copias, ganó dos Grammys y se quedó en el Top Ten durante cerca de un año.
Pero todo empezó a chocar en octubre de 2003, cuando Ben Moody, el guitarrista de Evanescence y el co-escritor de Amy, decidió que tenía bastante y dejó el grupo a mitad de gira. Era doblemente doloroso para Amy: Ella y Ben habían sido amigos desde 1994, cuando se conocieron en un campamento de verano. Pero la pareja duró poco tiempo, a pesar de ser un tan buen grupo rock n’ rollero. Lee se recompuso después del abandono de Moody, diciendo que iba a ser mejor para todos, pero en el fondo estaba devastada.
“No odio a Ben” dice ella, con los ojos brillándole. “Solo que no quiero hablarle nunca más. Era una persona muy venenosa. Hay gente que simplemente no es buena para ti – No quiere decir que sean Satanás, pero no puedes tenerlas en tu vida” Ella dice que no le ha hablado en dos años y medio,  desde la noche que ganaron los Grammys. Moody  le dejó unos cuantos mensajes de voz, pero ella no ha respondido. “Es manipulador. Necesitamos vivir nuestras vidas separadas”
Lee ha estado mirando sus uñas durante todo este tiempo, sacándoles el pintauñas rojo oscuro. De repente ella mira hacia arriba, avergonzada. “Guau, estoy siendo muy mala ahora. Voy a arder por esto. Voy a recibir un corazón de cerdo de parte de su madre por correo después de esta  entrevista… Pero es la verdad”
“Las relaciones me fascinan,” continúa. “Pones tu corazón en alguien, le enseñas todo, y eso se siente bien al principio. Pero después te das cuenta, eres completamente vulnerable. Esta persona puede destruirte. Eso me inspira.”
Si ella está bien, entonces el último invierno debe haber sido muy inspirante para ella. A finales de noviembre, Lee y la banda echaron a su manager, Dennis Rider, justo después del primer álbum, a pesar de tener un contrato de tres. Cuando Rider denunció a Lee por incumplimiento de contrato, pidiendo 10 millones de dólares en daños, ella explicó el por qué de este despido. Alegó que Rider “descuidó la carrera de Lee y se concentró en tener encuentros extramatrimoniales con ella… siendo agredida durante reuniones, sufriendo abuso físico y teniendo que callarse sobre eso… y usando la tarjeta de Lee para comprar regalos para su mujer” uno de ellos era un coche de 18.000 dólares. Y aquí hay más: El abogado también acusa a Rider de realizar “acosos sexuales no bien recibidos” sobre Lee, incluyendo cuando puso su cabeza en la rodilla de Amy y subió por su pierna” y otra ocasión en la que dijo que “quería grabar una examinación ginecológica de Lee”
Cuando le preguntamos sobre este caso, Lee se pone cada vez más pálida. “No debería para nada hablar sober esto” dice. “Es posible que no tenga dinero después de esto. Podría ser destituída”.
Rider ha sido el manager del grupo desde 2002; él los ayudó en cada paso de su carrera y ganó mucho poder. “Era muy joven y vulnerable,” dice Lee. “Y todo estaba ocurriendo en mis narices sin darme cuenta – eso es lo que más duele.”
(Rider negó estas declaraciones fuertemente y llamó acusándolas de “periorativas” “falsas” y diciendo “no estar de acuerdo con estas palabras.” Cuando alcanzamos un comentario más fuerte, él dijo a Blender:  “Creo que nos mantendremos en nuestra política de echar la culpa como sistema”)
“Dennis era un bien tío, y creo que el no era malo,” dice el nuevo guitarrista, Terry Balsamo. “Personalmente, no vi muchas de esas cosas, pero él y Amy obviamente, tenían sus diferencias.”
Teniendo en cuenta que ella está hablando de manera general, y no sobre nadie en particular, Lee admite que “he dejado a la gente aprovecharse de mí.  Estoy aprendiendo a la vez que crezco que algunas personas son muy malas y demoníacas. La gente no siempre está pensando en ser buena para mí. Ellos pondrán su corazón en una estantería y harán lo que tengan que hacer con lo que tengan delante.”
Pero tan sórdido como suena esto, las pruebas del abogado podrían haber empezado en una simple nota: una copia de de aviso de terminación que los abogados de Lee incluyeron como prueba. “Como bien usted sabe,” dice, “la señorita lee estuvo recientemente en una relación abusiva con Ben Moody. Ella no tiene la intención de asociarse con personas que se dedican a este tipo de… conducta ilegal.”
¿Significa eso que Ben abusaba físicamente?, preguntamos.
Lee respira bruscamente: “No  voy a contestar a eso.  Lo siento.”
En febrero de 2005, Amy Lee desapareció. Evanescence acababa de terminar otro exhaustivo tour por todo el mundo para promocionar un CD y DVD en vivo, y la discográfica estaba insistiendo en que empezaran el próximo álbum.  Abrumada, se retiró a su casa en Topanga Canyon, LA, cerró la puerta y sacó el teléfono de la pared.
Lee se paso los 10 meses siguientes escribiendo canciones. “Es mi parte favorita,” dice. “Estoy en este tipo de raro, escuro, obsesionada con mi pena, funk”  Ella pintó – Como de cinco a seis corazones expulsando una fuente de sangre que actualmente cuelga en su apartamento. Compuso algunas canciones para la película Las Crónicas de Narnia, solo obteniendo la respuesta de Disney de que eran “demaiado oscuras” y “demasiado épicas”. Y además hizo algo que su madre le había pedido desde el lanzamiento del último disco: Empezó a ir a terapia.
“Al principio, no sé, eran muchas sesiones, y yo solo iba y lloraba,” dice Lee. “Todo el tiempo. Supongo que estaba dejando salir todos los fantasmas de mi pasado”
Es una confesión completamente sorprendente, aunque quizás lo sea porque solo lo dice sin temor en sus letras. El debut de Evanescence trataba largamente sobre un novio abusivo, lleno de gritos torturados y súplicas de salvación.
El nuevo álbum de la banda es también intensamente personal. Donde Fallen era un llanto para la ayuda, The Open Door es una liberación sentimental. “Está muy claro ahora que estoy desencadenada”, canta Lee en los primeros versos, y más de una canción suena como disparada a Ben Moody.
Muchas otras van también direccionadas a la ruptura de Lee con Shaun Morgan, el cantante del grupo sudafricano de hard rock Seether, con quien salió desde mediados de 2004 hasta este final. “Fue bueno al principio” dice. “Pero acabó muy, muy mal. Es solo esa fatalidad – a las chicas nos atraen los gilipollas.” Morgan recientemente anunció que iba a cancelar una gira para entrar a rehabilitación, y el primer single de The Open Door, Call Me When You’re Sober, se dirige a sus problemas – una descarada, casi coqueta despedida a un amante manipulador.
En fallen, Lee era como una muñequita vampírica, cazada por sus demonios pero también frágil y sin sexo. “Cuando eres joven, te sientes muy rara contigo y con tu cuerpo” explica. Pero ahora está siendo menos tímida sobre mostrar su lado femenino – y sobre ser sexy. “Me siento mucho mejor ahora, más confiada. Muy libre.”
Pero la nube oscura que ha cazado a Lee no ha desaparecido del todo. Terry Balsamo sufrió un parón en Noviembre, cuando un coágulo de sangre en una de las arterias de su cuello entró en su cerebro, él dice que está solo recuperado al 60% y que todavía tiene un poco de parálisis en su brazo izquierdo. Y en julio, el bajista Will Boyd anunció que se retiraba para pasar más tiempo con su familia, dejando a la banda buscando con quién reemplazarlo.
Pero Lee no está preocupada. “Realmente he roto la puerta de tener miedo todo el tiempo”, dice. “No voy a volver a donde estaba – nunca.”
La siguiente tarde, Lee llama a Blender. Es un húmedo, gris viernes, y ella está tocando el piano y escuchando las gotas de lluvia caer sobre su ventana. “Me encanta” dice, riéndose. “Solo estoy contenta cuando llueve.” Está en su nuevo apartamento cerca de Tony Park en Manhattan Gramercy, el cual comparte con sus gatos, Shermie y Stella. (Su última mascota, un gatito llamado Zero, fue comida por los coyotes antes de trasladarse a California.) El edificio forma parte de una antigua iglesia del siglo XIX, con torreones, una torre, ventanas con vidrios de colores y su favorito, una enorme bañera de mármol. "Es como si esuvieras siendo bautizado," ella ríe.
Lee tiene también un nuevo novio, Josh, un antiguo terapeuta de 28 años que vive en New York. Han sido amigos desde que Lee era una adolescente, y ella siempre ha sentido algo por él, pero nunca se atrevía a admitirlo. “Si soy sincera, me sentía como que no era suficientemente buena para él,” dice. “Es guapo, sabe escuchar, me hace realizar ejercicios de respiración cuando me estreso. Es una relación muy estable en la que nunca he estado.”
Josh es también, admite, a riesgo de sonar "como un bicho raro estúpido obsesionado", su inspiración secreta. Ella escribió Bring Me To Life sobre él, y él inspiró una de las canciones de The Open Door más sensibles, una tierna balada que cierra el disco, llamada Good Enough. Es el sonido de una mujer que probablemente haya encontrado el verdadero amor - probablemente lo más cercano a la felicidad que esta  goth princess  ​​va a conseguir.
 “Cuando la escuché por primera vez, me preocupé – era como, esto es ridículo, no se ajusta a nuestra imagen” dice Lee. “Pero, ¿sabes de lo que me di cuenta? Que a veces es bueno tener un final feliz.”